domingo, 18 de enero de 2015

Sexo a lo grande.

Últimamente estoy vaga para escribir. El día que esté vaga para follar, habrá que preocuparse, pero por ahora no.


Este post va dedicado a los gordos. Tengo la teoría de que cuanto más engorda un tío, más le encoge la polla. Pero tal vez sólo sea un efecto óptico y por eso cuando era más cría sólo me atraían los tíos muy delgados. La proporción, aunque sea visual, afecta. Queramos o no.




No vengo a ser la moralista que diga que el exterior no importa. Yo creo firmemente en que cada uno tenemos nuestros gustos y circunstancias y que cada uno debemos sentirnos a gusto con nosotros mismos y no sentir vergüenza por quienes nos sentimos atraídos. No nos excusemos en ir borrachos, drogados o desesperados por habernos follado a un gordo, una fea, un bizco, una coja, un manco, una morena, un pelirrojo o una chica flaquita sin tetas. Te follas a quien te da la gana y no hay que dar explicaciones a nadie. Como si tú fueras perfecto...




El límite de la gordura, dejando atrás el tema de salud, debería estar en el punto en el que la persona se cansa follando. Ese punto es mal, muy mal. No puede ser que en medio de un polvo tengas que parar de golpe todo el subidón porque te ahogas. Mira, si te cansas, te jodes, pero a mí no me dejas a mitad a menos que quieras que se desencadene la tercera guerra mundial en ese mismo momento y lugar. 

Entre que paren justo cuando entras en la recta final del orgasmo o ponerte tú encima TODO el polvo, pues me quedo con lo segundo. Porque hay pocas cosas peores que detener de golpe el movimiento rítmico que te está llevando al placer supremo.


Si eres de orgasmo clitoriano y te follas a un gordo, estás de suerte. ¿Por qué? Simple. Al contrario de los tíos cachas y con abdominales de hierro, los gordos tienen gorda la zona del pubis, bajo la tripa, como otro michelín más, y justo el clítoris va a tener más roce de lo normal. 



Nunca sabes el tipo de placer que vas a descubrir y cómo lo vas a conseguir con cada persona, pero lo que está claro es que siempre está ahí. Aprende a buscarlo.


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