domingo, 18 de enero de 2015

Sexo a lo grande.

Últimamente estoy vaga para escribir. El día que esté vaga para follar, habrá que preocuparse, pero por ahora no.


Este post va dedicado a los gordos. Tengo la teoría de que cuanto más engorda un tío, más le encoge la polla. Pero tal vez sólo sea un efecto óptico y por eso cuando era más cría sólo me atraían los tíos muy delgados. La proporción, aunque sea visual, afecta. Queramos o no.




No vengo a ser la moralista que diga que el exterior no importa. Yo creo firmemente en que cada uno tenemos nuestros gustos y circunstancias y que cada uno debemos sentirnos a gusto con nosotros mismos y no sentir vergüenza por quienes nos sentimos atraídos. No nos excusemos en ir borrachos, drogados o desesperados por habernos follado a un gordo, una fea, un bizco, una coja, un manco, una morena, un pelirrojo o una chica flaquita sin tetas. Te follas a quien te da la gana y no hay que dar explicaciones a nadie. Como si tú fueras perfecto...




El límite de la gordura, dejando atrás el tema de salud, debería estar en el punto en el que la persona se cansa follando. Ese punto es mal, muy mal. No puede ser que en medio de un polvo tengas que parar de golpe todo el subidón porque te ahogas. Mira, si te cansas, te jodes, pero a mí no me dejas a mitad a menos que quieras que se desencadene la tercera guerra mundial en ese mismo momento y lugar. 

Entre que paren justo cuando entras en la recta final del orgasmo o ponerte tú encima TODO el polvo, pues me quedo con lo segundo. Porque hay pocas cosas peores que detener de golpe el movimiento rítmico que te está llevando al placer supremo.


Si eres de orgasmo clitoriano y te follas a un gordo, estás de suerte. ¿Por qué? Simple. Al contrario de los tíos cachas y con abdominales de hierro, los gordos tienen gorda la zona del pubis, bajo la tripa, como otro michelín más, y justo el clítoris va a tener más roce de lo normal. 



Nunca sabes el tipo de placer que vas a descubrir y cómo lo vas a conseguir con cada persona, pero lo que está claro es que siempre está ahí. Aprende a buscarlo.


domingo, 19 de octubre de 2014

El post vivo de la Lucha contra el Cáncer

Si bien es cierto que hoy es 19 de octubre, día considerado como de la Lucha contra el Cáncer de mama, no sólo este día, ni sólo este tipo de cáncer, lo deberíamos tener siempre presente. Por eso, aunque esté escribiendo esto hoy 19 de septiembre de 2014, este post va a estar abierto siempre. Es decir, que cuando queráis colaborar con una experiencia personal o con una foto, lo actualizaré. Será un post vivo.


Esta mañana, en vez de ponerme un lacito rosa en WhatsApp o en Facebook, lo que he puesto de perfil ha sido una de las fotos del proyecto The Scar Project, en concreto la que más me impactó el primer día que lo vi y que fue la de la chica sin pechos y embarazada. El proyecto es increíble porque lucha por la visualización de lo que siempre se oculta. 

No podemos luchar contra una enfermedad que ni se dice ni se ve. Porque mucha gente sigue ocultando que tiene CÁNCER, muchos medios de comunicación evitan decir que tal persona sufre o ha muerto por CÁNCER y lo que mucho menos se hace es enseñar a la gente sin pelo, ojo, sin pelo, sin cejas, sin pestañas, ni sus cicatrices. Cicatrices de vida. Cicatrices con historia. Cicatrices preciosas que deberían lucirse y no esconderse.

Esto me lleva a pensar en lo podrida que está la sociedad, en lo importante de un "físico de revista" que en realidad nadie tiene, pero que consigue que nadie se sienta bien consigo mismo porque es muy alto, muy baja, muy gorda, demasiado delgado, porque no tiene pelo, porque es demasiado velluda, porque tiene una mancha de nacimiento en la piel o porque tiene una cicatriz porque le han operado para que pudiera sobrevivir.   

Por eso, quiero que visibilicemos las cicatrices que marcan nuestras vidas. Ante todo, gracias a todos y todas por enviarme vuestras fotos e historias y me hayáis permitido publicarlas de manera anónima o no. 

Empiezo yo con la mía, la que tras un mes con los puntos en verano, me los quitaron y por fin pude ir a la piscina (era agosto) y una señora al verme empezó a hacer aspavientos y a sentarse a punto del desmayo en un banco que tenía al lado. Gracias, señora, es mi pierna y durante el resto de vida que me queda, voy a tener una cicatriz de 18cm que todo el mundo mira cuando me pongo un vestido o pantalón corto y no me pongo unas medias oscuras, como me han aconsejado que me debería poner:


Algunas de las cicatrices o debidas a cáncer y que más me han conmovido por sus historias os las enseño a continuación.

Las de @Mrs_Liar, una chica con operación de espalda:


Cicatrices de un chico anónimo tras su operación de pulmón:


La operación de extirpación del ovario izquierdo de una pequeña de tan sólo 3 años que tiene el Síndrome de Donohue, que ya cansa que las llamen "enfermedades raras" y así queden más ocultas de lo que ya lo están.



Esta sección siempre estará abierta a operaciones que nos dejan una huella de por vida.


Y para terminar, aquí me gustaría que de forma anónima o no, mujeres u hombres que han sobrevivido al cáncer, no sólo el de mama, manden sus fotos para animar a otras personas que están pasando por lo mismo. De esta forma, podrán enseñar a la sociedad que no pasa nada por estar sin pelo o por no tener una o las dos tetas, pero sobre todo, para demostrar su fortaleza admirable.

Aquí la foto de la valiente @Wonderlandvicky, cuando ya estaba empezando a salirle pelusilla y que abiertamente habla del cáncer y ha subido esta foto a Twitter: 


Foto de la cicatriz de una chica anónima tras sufrir cáncer de mama:



¿Llegará un momento en que las mujeres se sentirán libres de lucirse calvas sin la sensación de que la sociedad les obliga a llevar una peluca a 35º en verano o con los picores e incomodidad que supone?
¿Llegará un momento en que las mujeres puedan ir a la playa luciendo que ya no tienen pechos pero que están vivas?
¿Llegará un momento en el que la empatía sea mayor que el miedo?
¿Llegará un momento en el que te miren por tener una cicatriz y te digan que es preciosa?
¿Llegará un momento en el que se hablará de las cosas por su nombre y no con eufemismos que lo único que consiguen es que empeore la situación?
¿Llegará un momento en que la sociedad se dará cuenta de lo importante que es la salud y la educación y que no podemos recortar ahí ni un céntimo?
¿Llegará un momento en que la gente se informará más y dejará de temer lo desconocido?
Espero que sí.

Lo que hoy ha llegado, es el día de deciros a todos los que tienen complejos, que tienen marcas que les hacen especiales (no diferentes) y que están vivas después de una operación, que GRACIAS por estar ahí, por haber luchado por ellas mismas y por los que les rodean y que sin ellas no sería lo mismo porque con su victoria todos hemos dado un paso al frente contra una horrible enfermedad, el CÁNCER.



En vuestro recuerdo...


sábado, 18 de octubre de 2014

Probablemente, el mejor polvo de mi vida

El mejor polvo no es ni el más largo, ni el que más veces te corres, ni el que te deja con las piernas más temblorosas, ni el que te deja con menos respiración. NO.

Os voy a contar lo que probablemente fue el mejor polvo de mi vida y para ello nos remontaremos a cuando tenía 14 años. Y no, mi mejor polvo no fue con 14 años, así que seguid leyendo.

La amistad. Qué concepto tan bonito y abstracto. Nadie lo definiría de la misma manera, ni nosotros mismo definiríamos la amistad de la misma manera pensando en cada uno de nuestros amigos.


Tuve la suerte de conocerlo cuando yo tenía 14 años y él 17. Era el mejor amigo de uno de mis mejores amigos. Desde el momento que le conocí, sentí algo muy especial. Me hacía reír como nadie, me hacía pensar, nos pasábamos horas hablando, me enseñaba muchas cosas  y ante todo siempre me cuidaba y protegía como si fuera mi hermano mayor. Puede que yo nunca le mirara como a mis demás amigos, puede que no. Él a mí puede que tampoco. Ante todo, creo que nunca ninguno queríamos romper nuestra amistad, que era muy buena. Sólo una época cuando yo tenía 16 años caímos en la trampa de no aguantar las ganas y besarnos. Varias veces, varios fines de semana seguidos. "Sólo fueron besos", alguien diría, pero esos besos eran más que cualquier caricia o que cualquier contacto sexual. El no ir más allá lo conseguíamos controlar con bastante sensatez. 
Eso finalmente no acabó bien. Ninguno de los dos supongo que entendíamos qué nos pasaba ni dedicamos ni un solo momento a hablar del tema, e hizo que nos separáramos y dejáramos de vernos durante meses. 



Luego nos volvimos a poner en contacto y tan sólo con mirarnos a los ojos, todo volvió a ser como antes. 




Y así pasaron los años, de risas, anécdotas, lloros, miradas...
No puedo negar la cantidad de veces que tonteábamos y que acabábamos con conversaciones sexuales. Pero después de lo vivido, ninguno queríamos volver a perdernos. Siempre nos proponíamos quedar para resolver esa tensión sexual de años, pero si no era uno, era el otro, el que ponía freno a que eso pasara. 



Y todo estuvo controlado hasta un día de invierno de 2010. Yo ya tenía 22 años y nuestra amistad 8. Ese día, empezamos a hablar, la conversación derivó en sexo por la tensión que llevábamos años reprimiendo, y que si "te paso a buscar con el coche y follamos" y que si "vale, pero follamos y nada mas, ni besos, ni caricias, ni miradas o me enamoraré de ti" (algo que ninguno queríamos que pasara).

Y quedamos en 30 minutos, justo el tiempo para una ducha, vestirse y salir, y sobre todo tiempo para que no se nos pasara a ninguno lo cachondos que estábamos de pensar en poder follar con el otro por fin. 

Vino con su coche, bajé, risas nerviosas, "¿hablabas en serio?", "sí", "yo también". Acabamos aparcados en un parking a las afueras con gente, pero creo que ya ninguno de los 2 podíamos pensar con claridad. Nada más parar el coche, nos levantamos y nos fuimos atrás. Nos bajamos los pantalones, no el uno al otro porque ni nos mirábamos. Me puse de rodillas sobre él, nos miramos un segundo y dije: "por favor, no me mires", me sentía mal de estar ahí y a la vez con tantas ganas de por fin sentirlo adentro que fue uno de los mejores sentimientos contradictorios que jamás he sentido en mi vida.


Estaba TAN cachonda que no quería ni necesitaba preliminares, sólo a él dentro de mí. Bajé lentamente y me la metí dentro. No puedo describir lo que sentí... Estaba tan cachonda que en 3 embestidas yo ya me estaba corriendo. Él justo a continuación, me levantó rápido y se corrió. Con las prisas ni se había puesto condón. Menos mal que me levantó justo a tiempo.

Él me dijo que siempre tardaba horas en correrse, y yo ya lo sabía porque me lo había dicho alguna vez. La tensión de 8 años, resuelta en un polvo de 5 segundos. Y me da igual lo que penséis, fue increíble.

Después de ese ha habido muchos más, muy largos, con todo el sexo oral habido y por haber, pero NUNCA ninguno como el primero. Y os gustará saber que con la edad hemos sabido llevar muy bien la amistad con echar los polvos que nos ha dado la gana, sin prescindir de ninguna de las dos maravillosas cosas: amistad y sexo. Y no es lo que la RAE llamaría "amigovios", sino que somos amigos y sabemos cómo disfrutar juntos de muchas maneras, incluso en el plano sexual.

Contadme cuál fue vuestro mejor polvo.











miércoles, 29 de enero de 2014

El voyeur inesperado.


Ya escribí una entrada sobre voyeurs hace un tiempo y que podéis ver aquí: Unos voyeurs inesperados

Pero el otro día viví una experiencia que da para otro post. 

Un amigo se compra coche, que si "te lo enseño",que si "te doy una vuelta...", las típicas excusas para FOLLAR.
Acabamos metidos con el coche nuevo en unos pinares, besándonos la boca y lo que no es la boca... 



Salimos del coche para estar más anchos y nos pasamos a los asientos de atrás, ya que fuera hacía demasiado frío para podernos quedar ahí. Lancé los zapatos fuera del coche y volvimos a lo nuestro...



Es cierto que follar en un coche no es todo lo cómodo que nos gustaría, pero peor es no follar... Cambiábamos de posturas para evitar clavarnos el enganches del cinturón, no clavarnos las malditas puertas con formas punzantes y además no perder alguna extremidad por debajo de los asientos traseros... Si lo habéis sufrido alguna vez, supongo que os sentís identificados.


Finalmente, y como siempre, acabé consiguiendo que nos pusiéramos como a mí más me gusta: Que el tío se siente y ponerme sentada, de rodillas, sobre él (¡Ojo-cuidado con los enganches de los cinturones! No lo avisaré más.)
Esta postura me encanta porque es de esas en las que consigo correrme en bucle, una y otra vez. Las ventanas del coche estaban cubiertas de vaho por completo. Yo ya me había corrido un par de veces, cuando de repente el tío me dice: "Hay un hombre mirando fuera". Yo no hice ni caso, seguía a mi marcha queriendo más orgasmos cuando el tío me aparta y me dice: "¡Que hay un chico aquí mismo!", así que decidí mirar a través del vaho y la oscuridad y el hombre estaba como a un metro del coche y alejándose tras oírnos hablar sobre él.
Según me dijo el tío, el voyeur estaba con la cara casi pegada a la ventanilla del coche observándonos fijamente con muy malas pintas. 



¡Y MIS ZAPATOS ESTABAN FUERA DEL COCHE! Pánico e hiperventilación. ¿Se habría llevado mis zapatos? Hubiera sido un buen castigo... pero cuando ya no se le veía por la ventana abrí la puerta del coche rápidamente y los rescaté.

Nunca dejéis cosas fuera del coche mientras folláis y poned los seguros del coche... Por lo que pueda pasar.
¡Qué mal rollito, chavales!



lunes, 4 de noviembre de 2013

La mascarilla capilar

Ayer por la mañana me vino la regla. Una de esas reglas que te retuerces de dolor y matarías a toda la población mundial... Entonces recibo un WhatsApp: "¿Follamos?", mi primer impulso era decir "SÍ", porque no hay nada que cure mejor el dolor menstrual que un buen polvo, pero ayer hubiera pagado por no bajarme los pantalones. Así que cambié los planes y decidí hacerle una súper paja-cubana-mamada y quedarme sin follar.
Lo sé, igual no lo entendéis porque a muchas tías les da asco comer pollas, pero a mí me gusta, y sobre todo con él.
Así que cogí el coche y fui directa a su casa. Sin saludarle le agarré hasta su habitación, me senté en la cama y le bajé los pantalones frente a mí. Primero con las manos, luego con la boca, y lo que a él le encanta son las cubanas, así que fui a ello también.

Tras un rato en el que no dejé que me tocara, me preguntó si se podía correr en mis gafas. "Si no te corres en mi pelo, bien", siempre es mi contestación porque tengo que volver a casa y saludar a mi madre al llegar y oye, que no me apetece llevar lefa por el pelo. Total que cuando llegó el momento de correrse, apuntó hacia mis gafas, PERO. De repente me escurría semen por todo el mechón derecho de al lado de la cara.  



Él agobiadísimo me trajo de todo para limpiarme y me dijo que me podía lavar el pelo allí, y a mí mientras me entró la risa, claro. ¡No es para tanto, sólo es semen! Y el semen es la mejor mascarilla de pelo que existe, así que positivismo a tope porque durante unos días llevé el pelo precioso :) :)

DISFRUTAD DE CADA EXPERIENCIA ^^

lunes, 8 de julio de 2013

Podofilia

Soy una fiel amante de las partes abandonadas del cuerpo humano. Pero es verdad que aunque mucha gente tiene un "trauma" con sus pies, en verano vemos la red repleta de pies en la arena, pies y el mar, pies y el cielo, pies y comida, pies y...
La podolatría o podofilia aunque es una de los fetichismos más reconocidos entre la gente, me podría atrever a decir que también la podofobia es una de las fobias más comunes con las que nos encontramos. Quentin Tarantino es el podófilo por excelencia y así nos lo muestra en sus películas:


Los pies no dejan indiferentes a nadie, con su arqueada planta, con su empeine apuntando hacia los placeres carnales...

Con sus dedos juguetones...

Con su timidez...


Con sus saludos inesperados...

Con sus luces y sus sombras... 

La primera vez que leí algo relacionado con los pies y el sexo fue en la revista Vale, creo recordar que había una sección con palabras y expresiones sexuales y su explicación. Allí venía "Paja tailandesa", es decir, una paja hecha con los pies.
La primera vez que intenté hacer una paja con los pies tendría 17 años o así y acabé partiéndome tanto el culo de la postura en la que estaba que no pude acabar. En realidad, SIEMPRE me entra la risa cuando lo hago, sobre todo porque empiezo viendo la cara que ponen algunos tíos cuando les digo "ahora con los pies" y la cosa ya no puede mejorar mucho. Pero así es el sexo: DIVERTIDO, raro, ingenioso, absurdo, bonito, guarro y gracioso.


Tumbarte decúbito supino, piernas arriba y a acariciar la cara del tío con tus pies mientras te folla. Todas las posturas en las que te pueden chupar/morder los pies mientras te penetran me parecen geniales <3 <3 <3


¿Y qué me decís de un buen masaje sexual? Un BUEN masaje sexual NUNCA puede olvidarse de los pies. De hecho para mí no es masaje sexual si no empieza por los pies y va subiendo poco a poco por los gemelos y los muslos...

Que se corran en tus pies y lamer juntos el semen deslizándose por su dedos mientras vuestras bocas también se encuentran... YO YA.

Por supuesto, como siempre, pediré una limpieza exquisita de todas las partes del cuerpo, que guarra SÍ, pero marrana, NO.


Siempre he dicho que la parte favorita de mi cuerpo son mis pies y parece que hasta éstos tienen... 


Mandadme vuestras #FotoPies =)
P.D.: TODAS las fotos de esta entrada son de mis pies. 

martes, 11 de junio de 2013

Hablar Vs Hacer


¡Hola estimados poseedores de codos!
Vengo a hablar de mí. Sí, ¿por qué no? Resulta que me he dado cuenta de que la gente se sorprende mucho cuando establece un contacto conmigo 1 a 1 por algún medio de comunicación que no es el físico.


Si me conocéis por la calle tanto como si me leéis por Twitter, soy una persona superabierta y que le da igual ponerse a hablar de semen al lado de una mesa en la que están comiendo 8 señoras mayores ruborizadas. Pero me jode que lo que alguno no se atreve a decirme a la cara, me lo acaba mandado vía WhatsApp. Entonces llegan los reproches de que soy una sosa, que no contesto, que cambio de tema... Y no es que no os corresponda, pero como que sin roce de piel, a mí no me parece el medio adecuado para tratar esos temas. Os contesto con cosas sexuales graciosas y evado, en lo que puedo, las conversaciones monotemáticas de "¿Qué me harías?", "Yo te haría bla bla blá".
Sí, tíos, me gusta follar pero en la vida real, ¡no por mensajitos!  Que seré rara, no sé...


"Los que os escudáis tras una pantalla para decir aquellas cosas que luego ni siquiera osáis hacer en la realidad" sois los nuevos "necesito emborracharme para entrarle a esa tía".
Yo si quiero que os corráis leyendo, que sea leyendo mi cuerpo.
 


SIEMPRE será más de hacer que de decir.
Hay que quererme así.

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