He de confesar que nada más salir del quirófano, cuando me sacaron a la sala de despertar, lo primero que hice fue tomarme el clítoris y no, no sentía nada. Me sentí tan frustrada que hasta después de una semana de la operación, no volví a intentar tocarlo por miedo a que nunca más fuera a despertar. Y para mi tranquilidad, sentía igual que siempre, y estaba más necesitado que nunca de placer. Estas ansias de sexo me llevaron a pensar en cosas tales como: ¿cómo se apañarán los que están en estas situaciones durante prolongados periodos? ¿o incluso en los que se pegan así toda una vida...? porque ¡todos tenemos las mismas necesidades sexuales!
En mi caso, de "pata de palo", es decir, con ausencia de flexión en la pierna derecha, estas son algunas de las posturas con las que se puede disfrutar de un buen polvo. Y cuando digo uno, me refiero a uno detrás de otro ;-p
Para empezar, de pie no está nada mal...
Ya en la cama, el misionero. Aunque parece que ya nadie lo practique dado que ahora todos sois unas bombas sexuales y muy modernos. Pero a mí, el misionero me gusta y me gustará. Y si se tiene una pierna más que erguida, aun más, porque ésta la podemos dejar apoyada en la cama.
Para terminar, no veo nada mejor que que te levanten con ternura la pierna malita y la sujeten en su pecho... ¿no creéis? Tratando con cuidado la pierna, pero no por ello disfrutando menos del momento.
¿A quién se le ocurren más posturas? Y no, no me puedo tumbar hacia abajo.
Y ¿sabéis lo mejor de todo? Aunque esté tullida tengo las manos libres para poder azotar y la boca vacía para poder morder.
No os olvidéis del sexo nunca. Pase lo que pase ;-)