Un día, dos monjas se pusieron a debatir sobre cómo sería la forma de las pollas.
La primera, se escapó rápido a por un trapo de cocina.
Con cara pensativa se puso a enrollar el trapo y dijo: "Ya lo tengo. Tiene que ser así."
La otra monja le dijo: ¡IMPOSIBLE! ¡Eso es muy largo y estrecho! "Yo creo que la forma del pene tiene que ser algo así..." dijo mientras se dispuso a enrollar el trapo de esta otra forma:
Entonces la primera monja le dijo que esa forma tampoco le convencía a ella. Que le parecía demasiado corto y ancho.
Ambas monjas se miraron dubitativas. Entonces una de ellas propuso ir a preguntarle a la Madre Superiora.
Avergonzadas pero muy curiosas, llamaron a la Madre Superiora y le plantearon sus dudas con el trapo en la mano.
Avergonzadas pero muy curiosas, llamaron a la Madre Superiora y le plantearon sus dudas con el trapo en la mano.
La Madre Superiora patidifusa, cogió el trapo y sentenciando un: "Yo nunca he visto una, pero...", cogió el trapo y comenzó a doblarlo hasta conseguir esto:
La imaginación NUNCA os debe faltar, y menos para el sexo.
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